A medida que la danza iba creciendo, se incluyeron a otros personajes principales y pintorescos. Así por ejemplo, en Huánuco por aquellos años, vivía en nuestra ciudad un barbero apellidado Gorrochano descendiente de Don Fermín García Gorrochano.
Por herencia, era cascarrabias y enemigo de los niños, quien chicote en mano trataba de enseñar a los niños, el respeto a los mayores, por lo que los pequeños le tuvieron terror y pánico. Cuando éstos se hicieron jóvenes, en navidad, aparecían lo negritos y para ridiculizarlo se disfrazaban de Gorrochano y espantaban a los niños, a medida que los danzantes avanzaban por las calles.
El Gorrochano o Corochano, como se les llama actualmente, es un personaje autoritario y satírico. Representa a los Corregidores españoles (representación burlesca del corregidor español) (Varallanos 1987: 13). Durante el recorrido de la cuadrilla, algunos Gorrochanos danzan por su cuenta al compás de la música y otros abren campo, guardan el orden en los espectadores, corrigen los errores que cometen los pampas o los reemplaza, desvían el tránsito, solicitan algún regalo en la bodegas, sino roban descaradamente lo que encuentran en su paso, también enamoran a las muchachas, cargan bebés o criaturas, persiguen a latigazos a los mozuelos que les fastidian o sueltan alguna gracia a las personas según sus edades.
Por herencia, era cascarrabias y enemigo de los niños, quien chicote en mano trataba de enseñar a los niños, el respeto a los mayores, por lo que los pequeños le tuvieron terror y pánico. Cuando éstos se hicieron jóvenes, en navidad, aparecían lo negritos y para ridiculizarlo se disfrazaban de Gorrochano y espantaban a los niños, a medida que los danzantes avanzaban por las calles.
El Gorrochano o Corochano, como se les llama actualmente, es un personaje autoritario y satírico. Representa a los Corregidores españoles (representación burlesca del corregidor español) (Varallanos 1987: 13). Durante el recorrido de la cuadrilla, algunos Gorrochanos danzan por su cuenta al compás de la música y otros abren campo, guardan el orden en los espectadores, corrigen los errores que cometen los pampas o los reemplaza, desvían el tránsito, solicitan algún regalo en la bodegas, sino roban descaradamente lo que encuentran en su paso, también enamoran a las muchachas, cargan bebés o criaturas, persiguen a latigazos a los mozuelos que les fastidian o sueltan alguna gracia a las personas según sus edades.
Los Corochanos, son los únicos personajes permitidos a hablar o dialogar con el público. Se disfrazan con máscaras blancas que simbolizan a viejos y calvos con sus narices rojas, alargadas y torcidas hacia arriba, con bigotes, barbas blancas y largas; algunos corochanos lucen colmillos y narices de chancho, perro ó mono.
Llevan sombreros negros de tipo cordobés con cintas y plumas. Cubre su cuerpo con una levita negra, especie de capa o sacón, que por la espalda llega en dos puntas hasta las pantorrillas. En los hombros cargan las charreteras doradas o plateadas con cintillos amarillos o blancos. A esto se agregan las franjas, pecheras o chalecos, fajas, corbatas y botines bordados.
Los pantalones son de seda, camisas y guantes blancos. Pañuelos prendidos a la altura de los muslos; así completan los disfraces. Con la mano derecha empuñan la matraca y con la izquierda el rebenque o chicotillo, que le permite al corochano mantener la disciplina y el orden.
Llevan sombreros negros de tipo cordobés con cintas y plumas. Cubre su cuerpo con una levita negra, especie de capa o sacón, que por la espalda llega en dos puntas hasta las pantorrillas. En los hombros cargan las charreteras doradas o plateadas con cintillos amarillos o blancos. A esto se agregan las franjas, pecheras o chalecos, fajas, corbatas y botines bordados.
Los pantalones son de seda, camisas y guantes blancos. Pañuelos prendidos a la altura de los muslos; así completan los disfraces. Con la mano derecha empuñan la matraca y con la izquierda el rebenque o chicotillo, que le permite al corochano mantener la disciplina y el orden.
0 comentarios :
Publicar un comentario